Para evitar el contagio. Memoria de las epidemias en el AHP de Huesca



Durante los ss. XVIII y XIX, se sucedieron varias epidemias en España, que obligaron a tomar medidas preventivas a las autoridades de Huesca para evitar su propagación y contagio. En el Archivo Histórico Provincial de Huesca, conservamos documentos que se emitieron para frenar la transmisión de enfermedades como el brote de cólera de 1834, que había aparecido en la península entrando por el puerto de Vigo.

¿Afectó esto a la economía del momento? Pues en cierto modo sí. Determinó que se tomaran  medidas que restringían  la entrada de productos  que se vendían en mercados y ferias en las ciudades. Por ejemplo, los comerciantes de telas del Principado catalán, debían garantizar que las habían fumigado antes de introducirlas en la ciudad:




Orden del Gobierno Militar de no permitir la entrada en Huesca de algodón ni tela proveniente de Cataluña si no había sido fumigada previamente. Año 1834
Sig. AHPHU J-1337/4



 En época de epidemias además, se extendió el uso de autorizaciones sin las que no se podía hacer entrada en otro pueblo o ciudad:


Billete de autorización para entrar en la ciudad, por proceder de un lugar sin enfermedad. Año 1834
Sig. AHPHU J-1337/4


Junto a esta autorización debía exhibirse el correspondiente pasaporte, que especificaba el motivo del desplazamiento temporal. Su uso cobró mayor importancia en épocas de epidemia. En lugar de fotografía, incluía una descripción del sujeto detallando el color de su piel, ojos, y pelo, así como la morfología de su nariz, barba y estatura. Las personas podían viajar por motivos de trabajo, por asuntos personales, para visitar familiares… En nuestro archivo conservamos algunos pasaportes del año 1820 como éste, concedido a un grupo de segadores para desplazarse durante la campaña de la siega por la provincia de Huesca.



Pasaporte de Antonio Las para desplazarse por la provincia durante la época de siega. Año 1820
Sig. AHPHU J-1337/3


Pero... ¿qué pasaba si algún habitante de Huesca necesitaba salir de la ciudad y volver a entrar en el día? Las puertas de Huesca estaban controladas, de manera que a las personas que salían a pasear, a por agua o a trabajar al campo, se les entregaba un pequeño boleto. En él figuraba qué día de la semana era y el motivo por el que habían salido. Debían mostrarlo al regresar si querían volver a entrar de nuevo a la ciudad. Aquí podemos ver los que se utilizaron durante la epidemia de cólera de 1834:


Impreso con papeletas para salir en viernes “para campo”, “para agua” o “para paseo”. Año 1834
Sig. AHPHU J 1337/4


La finalidad de este mecanismo, era evitar la entrada en la ciudad de personas provenientes de poblaciones infectadas por alguna enfermedad. La orden que regulaba la utilización de estos boletos, emitida por la Junta Provincial de Sanidad y el Ayuntamiento de Huesca, alertaba de personas que huyendo de Zaragoza y de otros lugares infectados, habían tratado de entrar disfrazados de paseantes vestidos de frac, de trabajadores del campo con azadas, de cazadores, o incluso con cántaros simulando que venían de la fuente.




Orden de la Junta Provincial de Sanidad y el Ayuntamiento de Huesca sobre  billetes. Año 1834
Sig. APHU  J-1337/4



Y… ¿qué pasaba cuando la enfermedad había entrado ya en una casa dejando muertes tras su paso? Pues que se debía destruir todo aquello que hubiese estado en contacto con el enfermo. Se quemaban ropas, muebles, e incluso alhajas del difunto. La habitación en la que había convalecido debía picarse por completo para volver a revocarla, encalarla e incluso cambiar el ladrillo que tuviera el suelo. Podemos conocer cuáles eran estas medidas consultando las ordenanzas que se dictaron para regularlas en diferentes épocas:




Real Ordenanza estableciendo providencias para la salud pública del Reino. Año 1751
Sig. AHPHU J-1337/1


Los avances en medicina, y sobre todo, la aplicación de medidas preventivas de salubridad e higiene, hicieron que en Europa fueran desapareciendo paulatinamente estas grandes epidemias en las que fallecieron millones de personas.

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