Memorias y diarios personales

No es frecuente pero tampoco extraño encontrar en archivos familiares este tipo de documentos en sus distintas variantes: memorias (escritas tiempo después de los acontecimientos que se narran), diarios o dietarios (escritos, como su nombre indica, con  inscripciones día a día, anotando acontecimientos o vivencias muy cercanos en el tiempo). Son más abundantes de lo que pueda parecer. 

También hay variantes por la finalidad la que se hacen: además de los diarios en sentido estricto, cuando se escribe sobre cualquier aspecto de la vida personal, también podemos hablar de diarios o memorias de guerra, de estudiante, de viaje, etc. 

En el Archivo Histórico Provincial de Huesca tenemos 21 documentos de este tipo:


- La mayor parte (11 tomos) pertenecen a los diarios que escribió a lo largo de toda su vida D. Luis Gonzaga de Azara, Marqués de Nibbiano (1841-1932). Por su extensión -abarca prácticamente sus más de 80 años de existencia- y también por la minuciosidad en los detalles, especialmente los relacionados con su vida social, constituyen un caso extraordinario en el género diarístico.


- Las memorias más conocidas de las conservadas en el Archivo son las que escribió el polígrafo Joaquín Costa Martínez (1846-1911), que ingresaron recientemente a través del Instituto de Estudios Altoaragoneses, del fondo que conservaba la familia de la hija de Costa.  Publicadas por el Instituto de Estudios Altoaragoneses, se trata en realidad de un diario escrito en sus años jóvenes (1864-1878), un documento excepcional para conocer la personalidad del escritor y su entorno más cercano.




-  Todos los demás, salvo uno, son diarios de guerra, tres de ellos de la última guerra civil (1936-1939) y uno de ellos está redactado por un soldado altoaragonés en la tercera guerra carlista (1873-1876). Es especialmente interesante porque está escrito en alguno de los teatros de operaciones decisivos de la contienda como la narración de la conquista de Montejurra.




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